Una pequeña y personal guía de Valencia.


Hay cuatro zonas que os recomendamos visitar, por distintos motivos y según vuestros intereses. Y en todas ellas hay algún que otro rincón que merece la pena especialmente:


1.El centro histórico.
Un paseo interesante arrancaría en la Plaza del ayuntamiento, para recorrerla hacia el norte por San Vicente Mártir y llegar a la primera de las plazas que rodean la catedral. La primera es La de la Reina, es la que da a la puerta de los hierros (sede del tribunal de las aguas; la más antigua de las instituciones de justicia Europeas) y la de la Virgen al norte (que es la que es sede de la gran estatua en la que se hace la ofrenda de flores durante las fallas). Si recorres la plaza de La reina hasta la Catedral y la rodeas por la izquierda, llegarás a la de la Virgen. La catedral tiene su Micalet, al que se puede subir si uno quiere escalar unos cuantos cientos de escaleras en espiral. Las vistas lo merecen. Y la campana de las horas (que en realidad es la que se llama Miguelete, mientras que la Torre sería el Nou Campanar). En esta plaza, junto a la preciosa iglesia de Santa Catalina, está la, en mi opinión, Horchateria de Valencia del mismo nombre que la iglesia. No dejéis de pedir “Fartons per a sucar”.
Desde la segunda plaza hacia el oeste se encuentra el barrio del Carmen, que es sin duda el barrio con más sabor, más ecléctico y divertido de la ciudad. Callejearlo sin demasiado rumbo puede ser interesante. Yo os recomiendo recorrer la calle Caballeros hasta la plaza del Tossal y bajar por la calle Bolsería hasta el Mercado Central. Pero cualquier recorrido por las callejuelas será entretenido.
El mercado central es un must. Joya modernista Valenciana (junto con la Estación del norte, el mercado de Colón y alguna más). Aún conserva mucho de su sabor de mercado real (y no solo turístico). Y, dentro del Mercado, la Barra del Central Bar es otro imperdible. Si es que os podéis acercar, claro. Porque suele estar a tope. Es uno de los locales de Ricard Camarena; uno de los dos Cocineros famosos de Valencia (el otro es Quique Dacosta).
Enfrente del Mercado por el norte está la Lonja de la Seda, que además de obra de arte gótica y patrimonio de la humanidad, fue un verdadero templo pagano del comercio. Se dice que aquí se inventó la primera Letra de Cambio.

2.El rio sin agua.
La ciudad del Turia se cansó, allí por el 1957, de que ese rio se desbordara y matara (como ese año ocurrió) a decenas de personas y anegara miles de casas. Así que la ciudad abordó una obra faraónica que consistió en crear un nuevo cauce para el rio que, desde su entrada en la ciudad, lo llevara por otro camino, más al sur, a desembocar en el mar. A esto le llamaron Plan Sur y supuso 8 años de obras y 20 puentes.
Así que Valencia (ciudad) se quedó sin rio, pero ganó un gran parque que recorre la ciudad donde antes corrían las aguas.
El viejo cauce del Turia es la gran zona verde de la ciudad y a sus orillas se asoman gran parte de las obras monumentales de la ciudad.
Si queréis recorrer un tramo podéis empezar en la Ciudad de las artes y de las ciencias. Siempre hay cosas interesantes que ver allí, pero solo pasear alrededor de los imponentes edificios merece la pena.
Desde allí, recorriendo el rio aguas arriba, podéis llegar hasta el Palau de la Música. A sus pies, en el mismo cauce del rio, tenéis un restaurante con terraza llamado El Llit del Turia que a mi me encanta. Y si os salís del rio a esa altura muy cerca está el Bar Cremaet que es 200% valencianismo.

3.El centro comercial.
La calle Colón es el sitio de compras de Valencia por excelencia. Están todas las tiendas de ropa, zapatos y demás moda que podáis necesitar. Pero también esa calle es la frontera entre dos de los barrios más relevantes urbanísticamente de Valencia. Hacia el oeste de la calle Colón Ciutat Vella (vieja) y hacia el este L’eixample (el ensanche).
Allí no os podéis perder el Mercado de Colón, en este caso si es un mercado turístico, pero cuyo edificio fue bellamente restaurado. Si os apetece probar alguna de las cervezas artesanas que en los últimos años han florecido en Valencia tenéis que ir a The Dome que es un bar dentro de una cúpula en la azotea de un Hotel (el palacio de Santa Clara) que ocupa uno de los más bellos edificios de la ciudad (que fue sede del Banco de Valencia en su día). También hacen cockteles ;)
Y para rematar con otro de mis lugares secretos favoritos: Splendini es un pub-tienda de vinilos, especializado en Jazz en el que si logras pillar uno de los sillones no te querrás levantar hasta que cierren (abren a las 19H de miércoles a sábado incluidos).

4.Los barrios marineros. Cabañal, Cañameral y Malvarrosa.
Y es que Valencia tiene playa. Aunque como tantas otras durante mucho tiempo urbanísticamente renegó de sus poblados marítimos y los relegó a barrios marginales y pendencieros. Lo cierto es que ahora tienen un sabor y autenticidad casi inaudita.
Se puede arrancar en el Antiguo Puerto (tinglado 2; más modernismo industrial portuario en este caso), pasear hacia los pabellones de la Copa América y el edificio Veles e Vents y llegar, ya por el paseo de la playa, hasta el Balneario y la Playa de Las Arenas. No dejéis allí de adentraros en el barrio de pescadores. Podéis acercaros a Casa Montaña que presume de ser el bar más antiguo de Valencia y que tiene desde luego el mejor Vermut. Si queréis comer en un sitio moderno pero valencianisimo hay que reservar en La sastrería. Y si lo que queréis es la mejor paella del mundo (sin discusión) hay que reservar en Casa Carmela (junto al museo de Blasco Ibañez).


Muchas cosas más pueden verse y disfrutarse en la ciudad y sus alrededores. Al norte de la ciudad hay un barrio llamado “Pobles del Nord” que uno no creería que está a pocos minutos del centro de una gran ciudad. Pertenece al área metropolitana de Valencia pero lo constituyen pequeños poblados rodeados de huerta protegida. En Borbotó, uno de ellos, hay un bar, Casa Cent Duros, que es la meca del Esmorssaret (esta es la costumbre Valenciana de meterse un bocata de medio metro entre pecho y espalda a media mañana). Son expertos en brasas. O se puede visitar, un poco más al norte, la Barraca de Montoliu y comer allí.
Y más lejos, al sur, está la Albufera. Un buen plan (tipiquísimo entre los turistas; pero no por ello menos interesante) es acercarse al Palmar (un poblado que es una especie de isla en medio de la Albufera) darse allí un paseo en barca tradicional por el lago (hay múltiples opciones para ello) y comer en uno de los restaurantes (también muchos) una buena paella del Señoret (de pescado y marisco peladito).
Ah y hay un buen puñado de centros de arte y museos si os va el tema. En el mapa hemos destacado Bombas Gens y el Centro de Arte Hortensia Herrero.


Disfruten Valencia!!!!